¿Qué son las trufas blancas? Su sabor y aroma son intensísimos y suelen ser utilizadas para aromatizar aceites y huevos para consumirse crudas rallando una pequeña parte encima del plato ya que esta trufa pierde parte de su aroma al ser cocinada. El aceite de trufa es un ingrediente muy valorado en la gastronomía debido a su sabor y aroma únicos. En El Paladar Jamonería y Delicatessen, te invitamos a descubrir nuestra exquisita selección de Trufas de Campo, un auténtico tesoro de la gastronomía gourmet. A la trufa negra se la conoce como el diamante de la cocina o el oro negro de la gastronomía por su poderoso y sutil aroma y porque puede alcanzar en el mercado precios astronómicos. De la mano del aumento de consumo de trufa negra ha llegado también la aparición de otras variedades que se comercializan bajo el mismo nombre. Además de para incluirlo en las tablas taxonómicas botánicas, este nombre es extremadamente útil, pues los expertos se ciñen a él para hablar de la auténtica trufa blanca y descartar así sucedáneos y falsificaciones, a menudo escondidos bajo denominaciones más rimbombantes.
Los gastrónomos alertan sobre ellos, pues la industria agroalimentaria, que consigue "milagros" de los que todavía no somos conscientes, ha obtenido sintéticos químicos que imitan la fragancia de la trufa blanca, pero que algunos estudios señalan como no estrictamente saludables. Las trufas negras tienen gran relevancia en el mundo de la gastronomía, pues se consideran un manjar que aporta gran valor a los platos. La feria alberga el mayor mercado del mundo dedicado a las trufas, ubicado en el Cortile della Maddalena, corazón del casco histórico. Es uno de los alimentos más exclusivos del mundo y cuenta con un potente aroma a benceno y ajo. Lo más característico es su intenso olor, muy complejo, mezcla de gas, queso fermentado y ajo. El impacto de su sabor, así como su olor, es poderoso. Uno de ellos es el siciliano Andrea Tumbarello, no en vano conocido como el "rey de la trufa". Platos como su emblemático huevo Millesimé (que combina yema de huevo de corral, perlage de trufa, sal de trufa, crema de boletus y trufa y láminas de trufa), los tagliolini al tartufo o el risotto al champagne, parmesano y trufa blanca, que pueden degustarse en sus trattorias Don Giovanni, en Madrid (paseo de la Reina Cristina, 23. Tel.
Del mismo modo la Tuber magnatum pico se conoce popularmente como trufa blanca, tartufo bianco o trufa blanca de Alba. Roma y Tracia en el período clásico identificaron tres tipos de trufas: Tuber melanosporum , T. magnificus y T. magnatum. Hablamos de los Pointer o los German Shorthaired Pointer, tipos de canes con una capacidad mayor porque cuentan con unas fosas nasales más abiertas que el resto de perros. Las piezas de mayor tamaño no son las mejores. "Un mínimo desperfecto visual puede hacer que baje su precio, pero si su aroma y propiedades organolépticas son extra, se dispara". Además, posee fuertes propiedades antioxidantes, por lo que combate el envejecimiento de la piel (tanto es así que se le ha llegado a considerar como un botox natural) y tiene un efecto blanqueador que ayuda a eliminar las manchas producidas por el sol. El tratamiento que el veterinario suele recetar normalmente se basa en un acaricida tópico, oral o inyectable (ivermectina, moxidectina, milbemicina oxima o selamectina), para eliminar los ácaros, también analgésicos para aliviar el dolor, antiinflamatorios para bajar la inflamación lo que también proporciona alivio, polvos o champú medicados para baños calmantes, que pueden incluir acaricidas y bactericidas o antibióticos y/o fungicidas para tratar infecciones por bacterias u hongos o bien, prevenir que aparezcan como afección secundaria al mal estado de la piel.
Su cuerpo es carnoso y compacto, más blanquecino cerca de la piel y grisácea hacia el centro hasta convertirse en un color marrón violáceo. Hasta ahora nadie ha sido capaz de inventar una máquina para su recogida. También hay personas que tienen la habilidad de localizarlo pero, lógicamente, no lo hacen por el olfato sino siguiendo las pistas que les da el paisaje, aderezado con una pizca de suerte. Existe un culto, una suerte de fetichismo culinario alrededor de las trufas, hongo de aroma y sabor particular que crece en determinadas condiciones, generalmente en las zonas boscosas, en forma aleatoria y al abrigo de las raíces de robles, castaños y encinas. Al contrario de lo que muchos piensan, no pasa nada por mojar las trufas, siempre que después se sequen bien. La negra de entre 10 y 15 gramos de peso puede llegar a costar alrededor de 20 euros en invierno, si bien baja su precio a 10 en los meses de verano. Excelente artículo, da gusto leer un texto tan bien informado (por desgracia cuando se trata de trufas no suele ser el caso). En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.